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El problema de las drogas no es su legalización sino su consumo abusivo y la drogodependencia

sociedad

La legalización de las drogas reconoce el derecho de las personas a consumir cualquier substancia y, acompañada con educación, es posiblemente la mejor estrategia para luchar contra el consumo abusivo y la drogodependencia, causas de la degradación humana del consumidor y de múltiples daños a su entorno. La ilegalización de las drogas no está resolviendo los problemas que el consumo de drogas genera en la salud pública y está fomentado otros problemas igualmente graves como el narcotráfico y las dudosas políticas gubernamentales de guerra contra el narcotráfico.

La lucha legal contra las drogas se ha centrado, a nivel mundial, en la prohibición, la represión y la sanción de su uso (a excepción del tabaco y el alcohol). La ilegalización de las drogas vulnera derechos como la autodeterminación individual y el libre desarrollo de la personalidad, tan publicitados por los actuales sistemas de gobierno.

Este enfoque no ha traído consigo la disminución en la producción o el consumo dañino para la salud pública y, por el contrario, ha generado tres problemas adicionales graves:

- El narcotráfico, actividad que resulta más productiva cuanto más elevados pueden ponerse los precios como resultado de la ilegalización de estos productos. Y la consiguiente guerra contra el narcotráfico de numerosos gobiernos dentro y fuera de sus fronteras, fuente demostrada de corrupción y justificación de gastos policiales y militares, así como de excusa para promover intervenciones armadas en países donde el narcotráfico opera.

- La adulteración de las sustancias ilícitas, causa frecuente de muerte que no distingue entre adictos, consumidores habituales u ocasionales.

- La gran incoherencia que supone el que ciertas drogas (marihuana, cocaína, heroína, etc.) resulten ilegales y otras (tabaco y alcohol) sean legales, cuando todas ellas son drogas, es decir, sustancias de efecto estimulante, deprimente, narcótico o alucinógeno y cuyo consumo reiterado puede provocar adicción o dependencia.

La solución no pasa por la prohibición, sino por la educación y la responsabilidad para evitar el consumo abusivo y la drogodependencia, causa de la degradación humana en la que caen algunos consumidores y de los daños morales y físicos que sufren las personas de su entorno. Se trata de proveer a las personas toda la información necesaria para que elijan su forma de vida responsablemente y de acuerdo con su conciencia, incluidas las drogas que desean tomar, y no de reiterar políticas represivas que tratan a la ciudadanía de forma paternalista y además se han demostrado ineficaces.

Como ocurre con casi todo, las cosas no son buenas o malas sin más, sino que depende del uso que se haga de ellas. Por ejemplo, ciertas drogas son muy positivas en determinados usos terapéuticos.

Es necesaria también una reflexión sobre las causas subyacentes al consumo destructivo de drogas como la desintegración familiar, la pérdida de valores, la cultura hedonista, la pobreza, la falta de esperanzas, la falta de objetivos en la vida... Algo falla en nuestra sociedad y la proliferación de las drogas es un síntoma. Y algo falla en la formación o percepción de las personas que no son capaces de sentirse plenas si no es consumiendo drogas abusivamente.

En definitiva, creemos que el consumo de drogas debe responder al ejercicio de una libertad educada y responsable, que deberá apoyarse en el trabajo de los estados y sus habitantes en una serie de frentes:

- La construcción de proyectos de divulgación e información precisa acerca del uso y riesgos del abuso de las drogas, de manera que cada persona, como consumidor, conozca las posibles consecuencias de sus actos. Estos proyectos deben centrarse de forma especial en la población joven, sobre todo en los jóvenes de perfil social más desfavorecido.

- La elaboración de políticas de prevención, haciendo especial hincapié en el estudio y el combate de las causas que llevan a alguien a consumir una droga de forma perjudicial para su salud, así como en la estructuración de programas de educación y protección a niños y adolescentes. Por supuesto también políticas de ayuda a los que padecen dependencia de cualquier droga.

- El establecimiento de ciertas normas, regulaciones y sanciones sobre el consumo, como la obligatoriedad de mayoría de edad y la adquisición en establecimientos legalmente autorizados (para controlar la adulteración), con el fin de que el consumo se desarrolle dentro de parámetros legales y respondiendo a principios de salud pública.

- La evaluación seria y minuciosa de marcos jurídicos alternos que se orienten hacia la legalización de las drogas, superando el criterio simplista de que legalizar equivaldrá al incremento indiscriminado del consumo, e ignorando los efectos positivos que traería como el control del mercado, o la obtención de recursos para programas de prevención y rehabilitación de los adictos.

La educación, concienciación y adopción de valores y responsabilidades por parte todos los niveles de la sociedad es un proceso que requiere tiempo. También la transformación de una industria hoy en día tan potente y submergida como el narcotráfico. Legalizar la producción y comercialización de todas las drogas de la noche a la mañana puede comportar malas consecuencias para la salud pública, por lo que el remedio sería peor que el problema. Por lo que el proceso de legalización se realizaría mediante un calendario de transición en el cual se avanzarían etapas a medida que se mostraran mejorías en los índices de consumo abusivo y drogodependencia.

La primera etapa de este calendario sería la legalización de los derivados del cannabis: marihuana, hachís y demás substancias cannabinoides, comunmente reconocidas a nivel médico como drogas blandas. Esta primera etapa vendría avalada por los estudios médicos que constatan que la toxicidad y adicción de los cannabinoides es inferior a la del alcohol y el tabaco, así como por la experiencia holandesa de legalización limitada de los cannabinoides desde 1976.

Enlaces:

El estudio Forquet, que analiza los efectos tóxicos del cannabis
http://www.canamo.net/MEDICINAL/articulos_Maria-Medicinal/articulo_11B.htm

Centro para la Investigación sobre Drogas de la universidad de Amsterdam - Con abundante información sobre el impacto social, médico y psicológico del consumo de drogas: http://www.cedro-uva.org/

Trimbos, Instituto Holandés de Salud Mental y Adicción - También con abundante información
http://www.trimbos.nl/

Información oficial sobre política sobre drogas en Holanda (bajo los errores de código informático está la página): http://www.minbuza.nl/default.asp?CMS_ITEM=MBZ300928