La libertad de circulacion es un derecho basico de las personas. Los flujos migratorios internacionales son consecuencia logica de los flujos internacionales del capital, el comercio y las actividades productivas por lo que poner barreras a las personas cuando se las estamos quitando a los bienes y servicios es un contrasentido y una inmoralidad.
Por un lado es injusto negar la entrada de nadie a un país. Por otro lado tal y como están las cosas es absurdo abrir todas las fronteras. La apertura inmediata de fronteras crearía posiblemente más problemas de los que efectivamente resolvería. El punto está en el medio: en el reconocimiento del derecho a la elección de lugar de residencia acompañado de políticas de desarrollo en las zonas de pobreza que permitan a sus residentes otras opciones de vida decente aparte de la emigración.
Es interés de los ricos el comprometerse con el desarrollo de los pobres. La avalancha de inmigrantes es imparable, porque el ser humano siempre busca mejorar sus condiciones de vida y lo seguirá haciendo. Militarizar fronteras para impedir el paso de inmigrantes no sólo es inmoral: tampoco está siendo efectivo. Las fronteras militarizadas generan a cada momento muerte, violencia, delincuencia y corrupción. Las políticas migratorias restrictivas también alimentan el racismo, las fracturas sociales, la discriminación.
Las soluciones efectivas a las migraciones masivas pasan por conseguir que la gente pueda ganarse el pan en su propia casa.
La abertura de fronteras pasaría por unos acuerdos internacionales y un calendario de proyectos de de desarrollo, objetivos y reformas legales a corto y medio plazo. Existen varios precedentes de aperturas de fronteras a la circulación de personas que nos muestran que estos procesos son complejos pero realizables, aunque sea a lo largo de décadas de negociaciones y sucesivas etapas.
Las problemáticas relacionadas con las migraciones han llegado a niveles masivos, dramáticos, quizás insostenibles e irreversibles. Para aspirar a tener resuelto este problema en unas décadas debemos empezar a movernos ahora.
Algunos elementos a tener en cuenta en el diseño de este proceso de apertura de fronteras son:
* la promoción de la información y debate entre ciudadanos de zonas de emigración e inmigración para entender la complejidad de esta problemática y superar los simplismos que imperan en la actualidad, como que en el Norte la vida es maravillosa o que los inmigrantes son la causa de desempleo y delincuencia en los paüises ricos.
* la lucha contra las mafias y contra la corrupción institucional que rodea el transporte y la explotación del trabajo de los inmigrantes. Las mafias y la corrupción se nutren de la legalidad vigente, de la condición ilegal de los inmigrantes, de su ignorancia y su imposibilidad de reclamar los derechos más elementales.
* el reconocimiento de derechos básicos a cualquier persona en cualquier lugar, como el de la asistencia sanitaria o la educación elemental.
* la concepción de sociedades multiculturales.
El espacio de debate y diseño de este proceso sería la Organización de Naciones Unidas.