Los costes de mantenimiento de un ejército en tiempos de paz ya son exorbitantes, por no hablar de la participación en una guerra. Buena parte de este presupuesto se podría destinar a prestaciones sociales dentro y fuera del país.
"Más cañones y menos mantequilla, porque para ésto si que se quiere que haya un Estado fuerte, pero sólo para ésto, porque para cuestiones de educación, sanidad, prestaciones, etc., el Estado debe dejar de ser "el papá Estado". Tramposo argumento, pero aparentemente eficaz."
José María Ballestín, coordinador del grupo parlamentario de Izquierda Unida en las Cortes de Aragón.
Valor provinente del trabajo hecho en http://espiral.org/porlapaz (URL en estos momentos inactiva).