La sociedad debe tender a generar un impacto medioambiental mínimo
La actividad humana, para ser sostenible a largo plazo, no puede realizarse indefinidamente a costa de recursos irreemplazables, de contaminar y destruir la Naturaleza; es imprescindible desarrollar técnicas y políticas sostenibles, entendiendo como tales aquellas que no toman de la Naturaleza más de lo que ésta puede reponer.
A nadie se le escapa la transformación que la especie humana ha realizado en la Naturaleza, y que en los últimos años está resultando alarmantemente dañina para nosotros mismos. Urge dar más prioridad al medio ambiente antes de que seamos nuestras propias víctimas
Un ciudadano, empresa o Gobierno responsable debe esforzarse en buscar la forma más ecológica de desarrollar su actividad: consumiendo la menor cantidad de energía y materias primas no renovables posible, eligiendo los productos que se hayan elaborado más cerca (es decir, aquellos cuyo transporte haya contaminado menos), financiando investigaciones sobre nuevos materiales más reciclables, legislando normativas más exigentes en relación a la edificación, el transporte, etc.
Es importante que cada uno actúe a su propio nivel, sin excusarse por la inactividad o la negligencia de otros. La contaminación es siempre aditiva: el papel que yo tiro al suelo o a la papelera se suma (o no) a los miles que ya pueda haber. Piensa globalmente, actúa localmente.
Es necesaria una concienciación medioambiental que nos haga ver el alcance de nuestras acciones en el futuro del planeta, educando tanto a niños como a adultos en la responsabilidad ecológica.
Referencias:
- Economía solar global, Hermann Scheer, ed. Galaxia-Gutemberg, 1999 ISBN 84-8109-315-7
- http://www.rprogress.org Redefining Progress es una ONG que ha definido "La pisada ecológica", un indicador numérico de sostenibilidad.